viernes, 20 de abril de 2012

Interrupción escolar en Ranchuelo

Interrupción escolar en Ranchuelo
Félix Reyes Gutiérrez
20 de abril de 2012

Ranchuelo, Cuba – www.PayoLibre.com – Los estudiantes de la Escuela
Secundaria Básica Urbana (ESBU) Camilo Cienfuegos de Ranchuelo presentan
interrupción en el horario escolar desde hace un mes, por falta de agua.

Alumnos del centro estudiantil, quienes prefirieron ocultar sus
identidades por temor a represalias, expresaron que la escuela
interrumpió las clases en horario vespertino durante cuatro semanas en
días alternos por la escasez del líquido.

El colegió también clausuró sus actividades el pasado jueves porque
inspectores municipales de higiene y epidemiología divisaron falta de
limpieza en aulas, laboratorios, pasillos y baños, lo cual motivó el
disgusto de los padres.

La escuela Camilo Cienfuegos se ubica en la calle Máximo Gómez. Allí
cursan estudios unos cuatrocientos alumnos desde el séptimo hasta el
noveno grado.

http://payolibre.com/noticias/noticias2.php?id=8978

martes, 17 de abril de 2012

Alarma por dengue en escuela de Bayamo

Alarma por dengue en escuela de Bayamo
Lunes, Abril 16, 2012 | Por Aleaga Pesant

BAYAMO, Cuba, 16 de abril (Aleaga Pesant, www.cubanet.org ) -Los alumnos
de la Escuela Secundaria Vicente Quesada, de Bayamo, y sus padres,
están alarmados, al punto que los padres han dejado de enviar a sus
hijos a la escuela. La alarma se debe a la proliferación de casos de
dengue entre los alumnos y profesores del centro educacional.

Según las fuentes (padres que prefieren el anonimato por temor a
represalias contra sus hijos), para el fin de semana que acaba de
culminar se reportaban ocho profesores y ciento diez alumnos con fiebre
u otros síntomas de la enfermedad. Por esa razón los padres pedían a
las autoridades de Salud Pública, el Ministerio de Educación y en
especial a Elvira Pérez, Directora del centro, que pusieran la
instalación en cuarentena sanitaria, so pena de no enviar los niños a la
escuela.

La escuela Vicente Quesada, que ocupa un edificio de cuatro plantas,
tiene más de quinientos alumnos y un claustro de más de cincuenta
profesores y trabajadores de apoyo. Está ubicada en los bajos de los
elevados de la ciudad, al lado de la línea de ferrocarril que la une con
Santiago de Cuba.

El barrio periférico donde está la escuela, conocido como Pedro Pompa,
no cuenta con un alcantarillado satisfactorio y carece de obras
satinarías a nivel urbano. Sin embargo, según otras fuentes, no es el
de peores condiciones sanitarias en la ciudad, donde los más insalubres
son Camilo Cienfuegos y el Consejo Popular Rosa La Bayamesa. En este
último se han verificado más de doscientos casos de dengue, y también
hay casos de lepra.

En la primera quincena de abril comenzaron las lluvias primaverales en
la Llanura del Cauto, donde se encuentra Bayamo, conocida como Ciudad
Monumento, lo que podría complicar la situación, al hacer más favorable
el medio para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, agente
transmisor del dengue.

aleagapesant@yahoo.es

http://www.cubanet.org/noticias/alarma-por-dengue-en-escuela-de-bayamo/

Regresan de la agricultura estudiantes a sus hogares

Regresan de la agricultura estudiantes a sus hogares
Yesmy Elena Mena Zurbano
17 de abril de 2012

Santa Clara, Cuba – www.PayoLibre.com – Estudiantes de enseñanza media
de la provincia de Villa Clara regresan a sus casas después de haber
trabajado en el campo por dos semanas sin condiciones de vida y falta de
protección.

Alumnos de secundaria básica del poblado Atillo recesaron sus
actividades agrícolas por la poca protección que tenían en el campamento
y las malas condiciones que afrontaban, como falta de colchones, escasez
y mala elaboración de alimentos.

Los menores fueron recogidos del campo por sus familiares cuando vieron
que el cuidado era insuficiente por parte de los educadores y del
responsable general del centro de estudio.

Los profesores ingerían bebidas alcohólicas y mantenían personal ajeno
dentro de los albergues.

La escuela "Abelardo Pérez" aún se realiza labores en la agricultura en
el campamento El Barran, ubicado en Atillo, poblado situado al norte de
la ciudad de Santa Clara.

Los estudiantes de la enseñanza media tienen que pasar un periodo de un
mes en campamentos y de no participar en las actividades dirigidas por
el Ministerio de Educación y el gobierno no pueden elegir estudios
superiores.

http://payolibre.com/noticias/noticias2.php?id=8966

sábado, 14 de abril de 2012

La reforma es un gran negocio para los cubanos

"La reforma es un gran negocio para los cubanos"
El presidente de la FVM, Orlando Alzuru, anunció acciones de calle
GUSTAVO MÉNDEZ | EL UNIVERSAL
viernes 13 de abril de 2012 12:00 AM

Aún no está dicha la última palabra en cuanto a la reforma de la
Modalidad de Educación Especial que adelanta el Ejecutivo. Si bien se
han realizado cambios en diversos estados, los docentes y padres siguen
en pie de lucha para frenar un cambio que aseguran sólo traerá retroceso.

Este jueves, en la sede de la Federación Venezolana de Maestros (FVM),
se realizó otra reunión para organizar acciones contra la medida. En ese
tenor, el presidente del gremio, Orlando Alzuru, denunció que se
pretende imponer una reforma inconsulta que desconoce la realidad del
sector.

"Detrás de la reforma está el negocio de los cubanos que van a cobrar
por cada asesor. La educación especial cubana no es mejor que la
nuestra. Es un negocio y por eso la quieren imponer sin importar la voz
de los docentes y padres", soltó.

En el encuentro participaron docentes de varios estados y se anunció la
organización de diversas acciones, que pronto serán anunciadas, para
frenar la reforma de la modalidad.

Para Alzuru se trata de un cambio que atiende más a razones política y
económica que pedagógica. "Es necesario que todo el país se sume a esta
protesta para rechazar la reforma", enfatizó.

Por otra parte, una docente que reservó su nombre, explicó. "Los cubanos
se querían meter con la educación especial desde el año 2002 pero
Istúriz, Chávez y Navarro la frenaron. Ahora, viene Hanson y la impulsa
por su afinidad con los cubanos. Es una reforma política e ideológica no
pedagógica".

Desde el estado Mérida llegó la profesora Nancy Sulbarán para relatar
"el vejamen que sufren niños y jóvenes por culpa de una reforma que ni
siquiera tomó en cuenta las condiciones geográficas".

Relató que más de 10 mil alumnos están en peligro. "Se puede cambiar el
nombre, pero no la condición. Se deja a la deriva a los niños de 0 a 6
años. Pasaremos de una atención individualizada a una general lo cual
afectará el desarrollo de estos niños y jóvenes".

Pese a la orden oficial "la reforma va porque va", Sulbarán afirmó que
seguirán luchando para evitar el cambio "los andinos somos callados pero
perseverantes", recordó.

http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/120413/la-reforma-es-un-gran-negocio-para-los-cubanos

martes, 10 de abril de 2012

Réquiem por las escuelas en el campo

Réquiem por las escuelas en el campo
Martes, Abril 10, 2012 | Por Julio Cesar Álvarez

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Las desaparecidas escuelas en
el campo, con defensores y detractores, marcaron la vida de cientos de
miles de adolescentes cubanos a lo largo de más de cuarenta años.

Siete años después del triunfo de la revolución, en 1966, se inició en
Cuba el experimento de "la escuela al campo", que podríamos considerar
el germen de las escuelas secundarias y pre universitarias en el campo
que surgieron poco después. El proyecto consistía en enviar a todos los
estudiantes de enseñanza media a campamentos en el campo, durante 45
días cada curso, para trabajar en labores agrícolas; al final del
periodo los estudiantes regresaban a sus escuelas en la ciudad.

Después vinieron las ESBEC (Escuelas Secundarias Básicas en el Campo);
centros educacionales construidos en el campo donde los estudiantes
becados, lejos de sus hogares, combinaban diariamente el trabajo y el
estudio durante todo el curso.

Oficialmente el objetivo de este modelo de enseñanza revolucionario era
lograr una formación integral de los alumnos mediante la combinación del
estudio y el trabajo desde la adolescencia. Muchos opinan que en
realidad se buscaba separar a los adolescentes de sus familias para
moldearlos mejor como "hombres nuevos", fieles la revolución.

Algunos recuerdan las escuelas en el campo como prisiones sin tapias,
que los mantenían alejados de sus familiares, y en donde se les obligaba
a trabajar. También las consideran como antros de promiscuidad y
violencia, donde hubo violaciones, corrupción de menores y hasta asesinatos.

Sandra González es hoy ama de casa y madre de tres. Tenía doce años
cuando sus padres la becaron. Tuvo su primer novio en la ESBEC República
Popular de Ángola, en el municipio Güira de Melena.

Él no la enamoró en el pasillo aéreo que conducía de los dormitorios a
las aulas, a la luz de la luna, como hacían la mayoría de los
adolescentes en la década de los ochenta. Simplemente la acechó y la
condujo a la fuerza a un aula vacía, donde la violó.

Sandra me confesó que a ella siempre le gustó el muchacho, pero que no
esperaba, ni hubiera querido, que las cosas sucedieran de ese modo. No
se lo dijo a nadie y, a pesar de lo que pasó, fue su novia por espacio
de un mes. En la jerga de los estudiantes de aquella época a eso no se
le llamaba violación sino "dar una cañona", y era algo común. Ella
conocía al menos a siete muchachas de la escuela que habían sido
"conquistadas" de esa forma, y una de ellas por un maestro.

Otros recuerdan estas escuelas como el lugar donde conocieron al primer
amor, donde se independizaron de sus padres, y donde conocieron la
amistad franca y desinteresada de la adolescencia.

Ledea y Madelín se hicieron novios cuando trabajaban en los naranjales
que rodeaban el antiguo preuniversitario en el campo (IPUEC) Batalla de
Ayacucho, también en el municipio Güira de Melena. Aunque ahora están
divorciados tienen un hijo, fruto de aquellos días.

Para ellos, la escuela en campo fue lo mejor que les pudo pasar. En sus
tres años como becarios nunca conocieron de un hecho de violencia como
el que le aconteció a Sandra. Ellos dicen que las escuelas secundarias
eran más problemáticas en todos los sentidos que los preuniversitarios,
pero no saben por qué.

Lo cierto es que estas historias de adolescentes, tristes o alegres, ya
no volverán a repetirse. Ante la enorme crisis financiera que enfrenta,
el gobierno finalmente optó por cerrar las ESBEC. Este modelo cubano de
estudio y trabajo permanente siempre fue económicamente inviable y, como
los otros "logros de la revolución", solo se podía mantener gracias a
los enormes subsidios soviéticos que desaparecieron con la URSS. Fracasó
desde sus inicios, aunque a los dirigentes de la revolución les haya
costado más de cuarenta años reconocerlo.

Ahora muchos de los edificios construidos para albergar estas escuelas
permanecen abandonados y otros han sido convertidos en prisiones.
Quizás, por justicia del destino, el adolescente que violó a Sandra haya
vuelto a caminar la escuela como reo, y se haya detenido a recordar sus
días de estudiante en la misma aula en que un día le arrebató la inocencia.

http://www.cubanet.org/articulos/requiem-por-las-escuelas-en-el-campo/

viernes, 6 de abril de 2012

Escuelitas y escuelitas

Escuelitas y escuelitas

La semana pasada encontré en la calle a un amigo italiano que vive en
Cuba desde casi una década. Se me ocurrió preguntarle por sus hijos, dos
adolescentes que nacieron en Milán pero ahora crecen en La Habana. "Ahí
los tengo, en la escuela francesa" me confirmó sonriente. En un primer
momento no entendí por qué había optado por aquella enseñanza
francófona, pero él me lo aclaró. "¿Y qué quieres, que los mande a la
escuela pública? ¡Con lo mala que está la educación aquí!". Indagando,
supe que ellos comparten aula con hijos de diplomáticos, de
corresponsales extranjeros y de figuras de nuestra cultura que han
contraído matrimonio con algún inmigrante. Por un pago de 5220 CUC (5800
USD) anuales, cada retoño del orondo milanés está bien atendido e instruido.

La primera impresión de aquel encuentro fue que mi amigo exageraba, pero
inmediatamente repasé mi propia experiencia como madre de un escolar.
Visualicé la cantidad de frazadas de piso, bolsas de detergente y
escobas que hemos donado –a lo largo de estos años- para lograr que los
pasillos y los baños del colegio estuvieran al menos presentables. En
esa lista quedaba también el candado para la puerta del aula que
repusimos en varias ocasiones y el ventilador comprado entre todos los
padres pues el sofocante calor impedía a los niños mantener la atención.
No olvidé tampoco la infinidad de veces que en nuestra casa se
imprimieron los exámenes porque en la escuela no había papel, ni tinta,
ni una impresora que funcionara. La merienda que tantos mediodías
regalamos a los maestros, pues la comida del comedor estaba simplemente
impresentable. Evoqué las cartulinas, los tubos de pegamento, las
temperas y papeles de colores que también entregamos para el mural al
que después le colocarían una imagen de Fidel Castro sonriente y magnánimo.

Sin embargo, decidí no quedarme sólo en el alto costo material de estos
años escolares y seguí conectando memorias. Recapitulé sobre aquellos
momentos en que se implementaron las llamadas tele-clases que llegaron a
cubrir más del 60 % de las horas de enseñanza a través de un televisor.
Las magníficas maestras y maestros que decidieron irse a sus casas a
pintar uñas, vender café o se reubicaron en el sector del turismo porque
la mezcla de alta responsabilidad y bajos salarios les resultaba
insoportable. Y también tuve un minuto para los contados profesores de
primaria y secundaria que a pesar de todo se quedaron en sus puestos.
Enumeré una a una todas las atrocidades dichas a tantos adolescentes por
los maestros emergentes (deberían llamarlos maestros instantáneos):
desde que la bandera cubana tiene una estrella de cinco puntas por el
número de agentes del Ministerio del Interior que guardan prisión en
cárceles norteamericanas hasta que Nueva Zelanda está ubicada en el mar
Caribe. Reconstruí también la tarde en que una maestra anunció frente a
nuestro hijo que muy cerca de allí se realizaba un acto de repudio
contra "peligrosos contrarrevolucionarios" y el pequeño Teo tragó en
seco, pues sabía que su madre y su padre estaban entre las víctimas de
aquel acoso. Desfilaron frente a mis ojos las innumerables ocasiones en
que una auxiliar de ropa ajustada y ombligo afuera o un maestro con
diente de oro y un águila en el pulóver criticó el pelo largo de los
alumnos y no los dejó entrar a clases.

No faltaron, en mi catártica evocación de aquella tarde, las consignas
repetidas hasta el cansancio, los matutinos interminables y rutinarios,
el culto a la personalidad de unos hombres que aparecen en los libros de
historia como salvadores y en los libros de ciencias como científicos.
Todo eso me hizo, al final de mi reflexión, comprender el por qué mi
amigo italiano prefiere la "escuelita francesa" de La Habana. Pero
también supe que sus hijos crecerán con una idea muy diferente de lo que
es la educación en esta Isla. Creerán que los luminosos y bien
habilitados locales donde reciben cada asignatura, el almuerzo
balanceado, la profesora solícita y los materiales escolares de calidad,
son características inherentes a nuestros sistema educativo. No descarto
que algún día -de regreso a Europa- participen en alguna protesta
callejera para que su educación pública se parezca a la nuestra, para
que sus hijos gocen de lo que ellos "conocieron" en Cuba.

http://www.desdecuba.com/generaciony/?p=6158

martes, 3 de abril de 2012

Urbanidad

Urbanidad
Martes, Abril 3, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Por más que los medios de
prensa recaben la colaboración ciudadana para cuidar el ornato público y
adoptar modales civilizados, la inquietante situación no mejora. Quien
haya vivido en La Habana en los últimos 20 años, podría corroborar con
cientos de ejemplos, el paulatino declive en ambos aspectos.

La falta de educación sigue siendo alarmante, no tan solo debido a la
cantidad de personas implicadas, incluidos no pocos profesionales; sino
también por la profusión de gestos chabacanos, palabras pedestres y
actitudes que son como puñetazos sin manos.

¿Quién que resida en la capital o la haya visitado ocasionalmente, no ha
sentido esos golpes impunes que salen tras las columnas del Museo de
Bellas Artes, transformadas en auténtico urinario público?

Parques y escaleras de edificios multifamiliares se han convertido en
destinos favoritos del orine y el excremento de los ciudadanos. Tras el
paso de los días, el olor de esas evacuaciones se vuelve infernal y
difícil de esquivar. Es preferible caminar por la calle y soportar el
castigador sol del mediodía tropical, que enfrentarse a esos gases
lacrimógenos que invaden los portales de la ciudad.

Es cierto que hay escasez de baños públicos en la ciudad, pero eso no
justifica un proceder que ya es parte de una cultura marginal donde vale
todo, sin importar las afectaciones al medioambiente, ni el
exhibicionismo que implica realizar esas indispensables evacuaciones en
la vía pública.

No son solo mendigos y alcohólicos los que dejan esas "decoraciones"
fecales que causan tanta molestia al transeúnte, sobre todo después del
desprevenido pisotón.

A menudo los ciudadanos, fundamentalmente jóvenes, no esperan llegar al
inodoro de su casa. Les parece normal, si van en grupo, turnarse en la
vigilancia para hacer sus necesidades fisiológicas.

Hace unos días vi como una pareja de borrachos de la tercera edad,
hombre y mujer, se las ingeniaba entre vahídos y lenguaje ininteligible,
para orinar a pleno día en los portales de una tienda en la céntrica
calle Galiano, de Centro Habana.

El espectáculo era dantesco. Finalmente, la mujer orinó apoyada en sus
rodillas y las palmas de sus manos, ante la mirada y los gritos de
rechazo de los transeúntes. Sus partes pudendas quedaron al aire libre
mientras el hombre trataba de cubrirla, sin éxito, con movimientos
torpes. El espectáculo terminó con los dos revolcados sobre el charco de
orina y la demorada intervención de la policía.

Ni el barrio del Vedado, otrora un sitio limpio y ejemplo de urbanidad,
se salva de este regreso colectivo al primitivismo. Es común ver como
los dueños de perros los sacan a la calle para que desocupen sus
vísceras, sin preocuparse por recoger los desechos.

El crecimiento en espiral de estas posturas irracionales e incivilizadas
contradice. El empobrecimiento y vulgarización del vocabulario y la
predisposición a zanjar los problemas interpersonales mediante la
violencia física se suman para completar el lamentable espectáculo.

Les aseguro que no exagero, y pienso que nada de lo relatado es casual.
Algo falló en la construcción del socialismo. Afortunadamente a La
Habana aun le queda algo de civilidad dentro de un país que cada día se
parece más a un zoológico.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/urbanidad/

lunes, 2 de abril de 2012

Violencia escolar ¿política o instinto?

Violencia escolar ¿política o instinto?
marzo 31, 2012
Osmel Almaguer

HAVANA TIMES, 31 mar — En el noticiero, un alumno norteamericano
ametralla a cinco de sus compañeros. Dos de ellos han muerto. El hecho
es lamentable, pero también lo es aquello que se esconde tras la
aparente "humanidad" de la noticia.

Utilizar una tragedia con fines políticos es algo vergonzoso. Total, la
violencia no es un hecho endémico de los EE.UU, aunque no es menos
cierto que, según el flujo intenso de materiales audiovisuales que
llegan a mis manos, sí es un producto altamente comercializable en
documentales, filmes y animados.

Sin embargo yo soy cubano, y por eso me interesa más lo que sucede aquí
adentro, aunque nunca o casi nunca los hechos violentos de Cuba sean
televisados.

Y hablo de violencia con conocimiento de causa, pues hace unas semanas
un alumno de mi escuela fue apuñaleado en la cabeza, con consecuencias,
por suerte, que no amenazaron su vida.

Se trataba de un alumno que pretendía defender a otro de un grado menor
del acoso y avasallamiento de un grupo de abusadores. Recibió un
pinchazo de dos centímetros que milagrosamente no alcanzó su cerebro.

El agresor fue expulsado de la escuela, pero solo porque se trataba de
su tercera agresión grave a otros estudiantes. Una pedrada y una
puñalada en el estómago eran las anteriores.

Pero nadie lo acusó. Ignoro si por temor a una posible venganza o por la
conveniencia de no llamar la atención de las autoridades para que no se
afecten "los negocios". Por negocios llamo a esa corrupción de la que ya
he hablado en otros diarios.

Este no es un hecho aislado. Cerca de mi casa mueren apuñaleados una o
dos personas cada año. Es una tasa bastante baja, pero a la vez
creciente, por lo que considero imprescindible un tratamiento más lúcido
de estas cuestiones en nuestros medios de difusión.

Si en el exterior el asesinato vende, aquí vende su omisión. Es hora de
que tanta gente oportunista deje de lucrar a costa de la vida de
inocentes. Inocentes que, no obstante, no dudan a la hora de manchar sus
manos de sangre.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=61192