Una sola cara del disco

Una sola cara del disco
Jueves, 15 de Noviembre de 2012 15:22
Escrito por Frank Cosme Valdés Quintana

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Recientemente el diario
Juventud Rebelde publicó un artículo que tocaba muy de cerca la crisis
en el sistema educacional cubano.

El pasado año cerca de 13,000 maestros dejaron definitivamente las aulas
para dedicarse a otras labores. Otros han presentado certificados
médicos o solicitado licencias, que muchas veces se extienden por varios
meses.

En el citado artículo de Juventud Rebelde solo se toma la opinión de la
viceministra de Educación. Solo se oye una cara del disco. No aparecen
las opiniones de esos maestros para que podamos saber por qué dejaron
las aulas.

Las llamadas "deserciones", término tomado por supuesto del argot
militar, no son solo exclusivas del Ministerio de Educación. Esa
expresión también la utilizan en todas las entidades estatales donde
trabajadores cubanos de todas las profesiones buscan el pan de cada día.

Si realmente se quiere buscar una solución para evitar estas
deserciones, que en el caso de la educación resultan desastrosas para el
futuro del país, hay que tomar el pulso no solo a los que están en altos
puestos, sino también a los que trabajan. Hay que oír la otra cara del
disco.

La pregunta clave que hay que hacerse es: ¿por qué suceden estas
deserciones?

Hay programas de TV que tratan de dar respuesta a problemas generales,
algunos ya clásicos como el pan duro o ácido, los altos precios en los
agros, los robos en las tiendas etc., pero citando "solo" a los
directivos de esas empresas o entidades responsables para que den
argumentos. Pero por supuesto, los moderadores, que casi siempre son
periodistas, no hacen las preguntas afiladas que se necesitan y las
respuestas siempre son justificativas. Ninguna trae una solución, que
puede ser la del Consejo de Dirección de la empresa, tomada previa al
programa en que se van a presentar, considerando que se van a mostrar
ante una nación que espera oír soluciones y no justificaciones.

El mecanismo está ahí, la TV es quizás el medio más adecuado para oír
las opiniones sobre un determinado tema, pero no solo de los directivos,
hay que citar al programa a la "contraparte, a los afectados.

Las encuestas también pueden proporcionar datos, pero también debe
abarcar todos los segmentos de la población, no una parte.

Tienen las armas adecuadas, pero no saben o no quieren utilizarlas.

Para algunos, los afectados, los ¿por qué? ya están respondidos sin
necesidad de encuestas o programas de TV. En el caso de maestros,
médicos y otras profesiones es que solo reciben un salario que no cubre
enteramente sus necesidades. No pueden dar clases particulares en el
caso de los maestros, ni consultas privadas en el caso de los médicos.
En el caso de los que trabajan en el sector industrial, aunque tengan
sus "búsquedas", siempre está presente como una espada de Damocles el
aquello de que si los atrapan, pueden ser acusados de robo o de emplear
ilegalmente los recursos del estado.

El clandestinaje ha sido y sigue siendo la solución en muchos casos. El
maestro da clases particulares aunque no esté autorizado, el médico
vende sus servicios por debajo de la mesa. Pero al final renuncian y
pasan al cuentapropismo, como siguen llamando aquí al sector privado,
que no va a lograr el desarrollo del país en la forma que está
concebido, pero sí solucionará el problema del cicatero salario que
pagan a los profesionales.

Se solucionaría en parte las deserciones y las crisis por la que
atraviesan ciertas profesiones claves como las citadas, si permitieran
que en su tiempo libre pudiesen trabajar sin el sobresalto de que hacen
algo ilegal. El tiempo libre es eso, libre. No hay derecho a impedir que
en ese tiempo y dentro de la profesión en la que son conocedores y
experimentados, se pueda trabajar.

Resulta muy triste ver a médicos, ingenieros, maestros, arquitectos,
etc., de taxistas, o cargando maletas o limpiando en un hotel.

Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/5767-una-sola-cara-del-disco.html