martes, 3 de noviembre de 2015

El negocio de la venta de títulos académicos

El negocio de la venta de títulos académicos
75 dólares por 6 años de estudio en la enseñanza media. 150 por el
título de licenciado o de ingeniero
martes, noviembre 3, 2015 | Ernesto Pérez Chang

LA HABANA, Cuba.- "No pierda su tiempo estudiando", parece gritar un
anuncio clandestino en una página de clasificados cubana donde se
ofertan títulos académicos de todos tipos. 75 dólares le ahorran 6 años
de estudio en los niveles medios de enseñanza; 150 le aseguran el título
de licenciado o de ingeniero y hasta su nombre quedará asentado en los
registros del Ministerio de Educación Superior.

De acuerdo con la cantidad de casos detectados entre los años 2001 y
2012, y que han llegado a ventilarse en los órganos de justicia laboral
cubanos, se calcula que cerca del 30 por ciento de las personas
"graduadas" de 12 grado en el país, han obtenido los certificados en el
mercado negro; de igual modo, se sospecha que muchos "universitarios"
que hoy ejercen como profesionales y hasta se desempeñan en cargos de
dirección en instituciones estatales jamás han pasado por un centro de
estudios superiores.

Una funcionaria de la dirección provincial de Trabajo y Seguridad Social
en La Habana, nos comenta sobre la situación. Por temor a perder su
empleo, ha preferido ocultar su identidad:

"Un 30 por ciento es un cálculo conservador pero se sabe que la cifra
pudiera ser aún mayor. Hay que ver que en los últimos años la deserción
escolar ha ido en aumento, la cantidad de niños que dejan los estudios
para ponerse a trabajar por su cuenta o a buscarse el dinero por las
vías más increíbles, ajenas al trabajo, es alarmante, sin embargo, de
eso no se habla y nunca lo verás reflejado en las estadísticas
oficiales. Pero son cifras que se manejan al interior de las
instituciones y son preocupantes. (…) Luego eso no concuerda con quienes
ingresan a la vida laboral con un título de 12 grado. ¿Dónde lo
obtuvieron? Plazas codiciadas como las de almacenero, cocineros,
inspectores, porque son trabajos donde se puede ganar algo por la
izquierda, exigen tener un 12 grado, y la gente no pierde su tiempo
estudiando cuando saben que pueden fácilmente comprar un certificado. El
gasto es una inversión. (…) ¿Cuánto debe gastar una familia si decide
mandar al chiquito a la escuela? Son cientos de dólares, quizás miles,
en tres, cuatro y hasta cinco años. Con 20 o 30 dólares, un gasto
insignificante comparado con lo anterior, compra un título y hasta
ahorran tiempo. Al final, ¿para qué hace falta el 12 grado en un almacén
o en una cocina, para qué?".

Obtener un certificado no es un asunto muy complicado y, al menos en la
capital, son varias las personas que se dedican a este tipo de negocio
al parecer bien próspero. Una de ellas es un joven de 35 años que ha
aceptado conversar sobre su trabajo pero solo porque hemos sido
recomendados por un amigo en común:

"Lo que más piden son títulos de abogado y los certificados de 12 grado,
también me piden certificados de Inglés y títulos de Economía,
Contabilidad, y eso es para buscar trabajo en firmas o en lugares donde
se raspe bien como en vivienda, en turismo. Hay una pila de abogados que
no son nada, el título se los he dado yo, pero le sacan el baro (dinero)
después. (…) Yo cobro 500 (dólares) por el título de abogado (…) es caro
pero yo lo garantizo con tomo y folio, cualquiera puede verificarlo. Es
original original. (…) Los certificados de 12 grado los hago en 30, los
títulos de técnico medio, según el que sea, pero siempre por ese precio
más o menos. Las certificaciones de notas, según la carrera. Hay algunas
cosas más difíciles que otras pero siempre se llega a un arreglo. Aquí
todo el mundo necesita money y todo el mundo cuadra la caja. (…) Esto no
lo inventé yo, cuando yo nací ya toda esta mierda estaba inventada".

La necesidad de emplear verdadera mano de obra especializada en los
nuevos planes de desarrollo económico ha obligado a las empresas cubanas
a incrementar los controles sobre el personal que contratan ya que los
resultados muchas veces demuestran que el nivel de calificación de los
recursos humanos, insuficiente, no es el que demandan los inversores
extranjeros que, en ocasiones, se han visto obligados a importar fuerza
de trabajo de sus países, afirma José Oriol Chávez, un economista que ha
trabajado para varias empresas de capital mixto:

"Contratas soldadores que no saben soldar nada, albañiles que no pueden
diferenciar un ladrillo de un bloque, contadores que nunca han visto una
nómina de pago, economistas que no saben hacer un simple balance o
analizar un plan de inversiones. (…) ¿Tú sabes cómo han llovido los
infladores en el puerto del Mariel? Desde dirigentes hasta simples
choferes. Hay extranjeros que dicen que primero hay que empezar por
recalificar al personal cubano antes de invertir, y el problema está en
que nadie sabe nada porque todo el mundo ha comprado el título o se ha
graduado por obra y gracia del espíritu santo".

En las calles de Cuba la gente habla con asombrosa naturalidad de
falsificar un título o de sobornar a un profesor. Algunos estudiantes
entrevistados aceptan que han contemplado la posibilidad de dejar los
estudios y comprar un certificado de graduado. Odayniel, un adolescente
de 14 años, piensa que ha perdido su tiempo en la escuela:

"Mi papá compró el título de 12 grado para poder ser chofer; eso es
también lo que yo quiero hacer. En la escuela no se aprende nada, todos
los años tengo que pagarles a los profes para que me aprueben y no es
que yo sea bruto, es que es así, si no pagas, te suspenden aunque seas
un genio. (…) Mi papá quiere comprarme el título pero mi mamá está
cerrada a que no, al final es una gastadera de dinero por gusto".

Orlando, profesor de una escuela secundaria, nos explica: "¿Cómo
convences a un muchacho para que estudie cuando sabe que con 20 dólares
se puede comprar un título o que dando 10 dólares al profesor se pasa de
grado? Tan solo el celular que tiene cualquier muchacho de estos cuesta
más que lo que yo gano en un año dando clases. En la calle hay una vida
real que transcurre en dólares, mientras que en el Ministerio de
Educación se vive un cuento chino que es en moneda nacional y que no
sirve para nada en estos tiempos. (…) Los chamacos de ahora, con toda
esa locura que aparentan, tienen los pies más pegados a la tierra que
todos nosotros. Ellos sí saben cómo se mueve este país y hacia dónde. Es
terrible pero es así".

Source: El negocio de la venta de títulos académicos | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/el-negocio-de-la-venta-de-titulos-academicos/

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