miércoles, 25 de septiembre de 2013

Dichosos los que almuerzan en secundarias

Dichosos los que almuerzan en secundarias
Miércoles, Septiembre 25, 2013 | Por Víctor Ariel González

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org - Es mediodía, y como
ocurre diariamente de lunes a viernes, las puertas de las escuelas
secundarias se llenan de familiares. Los estudiantes acuden felices a su
encuentro: desde la casa les han traído algo para almorzar. Más allá de
esa escena, en un segundo plano, quedan los muchachos que deberán
consolarse con la "merienda escolar". No son huérfanos, pero para ellos
sencillamente "hoy no toca".

En la mayoría de las secundarias no hay comedores. Apenas un local,
sucio y mal iluminado funciona como expendedor de la repugnante merienda
que ofrece el gobierno. El alumnado, además, tiene prohibido salir de
los centros de estudio hasta que termine la jornada lectiva. Mirando el
horario en que se suministra la merienda, diríase que se trata más bien
del almuerzo del día, cuyo menú consiste exclusivamente en un pan untado
con algún emplasto indefinible y un vaso de yogurt de soya. Es el único
alimento que consumirán, entre el desayuno y la cena, muchos
adolescentes de hogares con salarios insuficientes para costear un
almuerzo diario.

Mudos ante estos hechos y haciendo gala de su política de enajenación,
los medios de información del régimen ensalzan la "mágica capacidad" del
sistema educativo para integrar la escuela y el hogar, en tanto la
familia brinda un "paciente apoyo para forrar los libros y las libretas"
o para inculcar "las formas de expresión y de conducta que deben
distinguir –siempre– a una sociedad como la nuestra…" (Granma, 2 de
septiembre de 2013: "Somos muchos más"). Jamás se refleja la
preocupación de los cubanos por resolver el problema, mucho más urgente,
de garantizar la diaria comida de sus hijos, las dificultades que deben
vencer las familias humildes para ofrecer un almuerzo decente al
estudiante, o el hecho que muchos padres trabajan todo el día y no
pueden acudir a la escuela en el horario de almuerzo. Por otra parte,
aun con la inventiva popular, ninguna familia trabajadora está en
condiciones de sostener el consumo de alimentos apropiado para sus hijos
solo con su salario.

En general, existen quejas por las condiciones de alimentación en las
escuelas. Lo que ofrece el Estado no satisface a los adolescentes, que
deben permanecer encerrados en los centros docentes hasta ocho horas al
día, con tan solo un escuálido tentempié en el estómago. El hambre
afecta incluso el proceso de aprendizaje, situación que se refleja con
más énfasis en los sectores populares, siempre mayoritarios.

Ciertamente, el hogar y la escuela se deben complementar; pero banalizar
el asunto reduciéndolo a una supuesta capacidad de las instituciones
para mantener la calidad del proceso docente educativo y una
alimentación adecuada y gratuita para estudiantes, es ignorar las
preocupaciones crecientes de la población y ocultar el problema
esencial: el divorcio entre las instituciones oficiales y la realidad
social. Sin duda, el almuerzo de las secundarias representa una carga
más para la ya precaria economía doméstica.

Source: "Dichosos los que almuerzan en secundarias | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/dichosos-los-que-almuerzan-en-secundarias/

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