martes, 3 de septiembre de 2013

El primer matutino del primer día de clases

El primer matutino del primer día de clases
Después de una noche de sobresaltos, algunos irán camino a la escuela al
terminar su desayuno; mientras que otros solamente lo harán bebiendo un
agua de amebas,
Juan Juan Almeida
septiembre 02, 2013

Hoy, día lunes 2 de septiembre comienza el curso escolar, y aunque el
número de maestros no alcanza para completar la cantidad necesaria, el
eco alegre del alumnado se escuchará desde San Antonio a Maisí. Sin
dudas, será un bonito día, inolvidable para directores de escuela,
maestros, alumnos y familiares.

Referirme al curso anterior; o a algún otro, anterior al anterior, sería
como redundar en asunto trillado. Discursear sobre adoctrinamiento dando
mi opción como "la mejor" sería como convertirme en otro manipulador del
pensamiento y la conducta.

Quiero creer que es real la insistente preocupación estatal de lograr un
curso escolar con la debida calidad tanto en lo que respecta a
instrucción, como lo relacionado con la educación formal.

Sé que por desgracia, como cada año, en este amanecer cubano se repetirá
la tercermundista versión escondida y descarnada del enfrentamiento
entre clases. Después de una noche de sobresaltos, algunos irán camino a
la escuela al terminar su desayuno; mientras que otros solamente lo
harán bebiendo un agua de amebas, al que sólo exprimiendo inventiva y
agotando la imaginación podré llamar "limonada".

Desde horas tempranas las calles mostrarán un colorido paisaje de
uniformes y pañoletas que aunque fueron distribuidos por la red de
comercio interior, terminaron siendo vendidos a sobreprecio en el
conocido circuito del mercado negro.

Algo igual sucederá con los recursos del estudiantado. Por que si bien
es cierto que el periódico Granma anunció como todo un logro, para este
inicio de curso la existencia de 2 millones 612 mil libretas; y la
funcionaria entrevistada, Dra. Ena Elsa Velázquez, Ministra de
Educación, dijo en comparecencia especial para la television nacional
que un millón 840 mil estudiantes de la enseñanza general asistirán a
las escuelas durante el curso escolar 2013-2014; no hay que ser
Pitágoras para calcular que tocará a menos de dos libretas por alumno, y
que la calidad o cantidad del resto de los útiles escolares
imprescindibles para el desarrollo de este año académico, quedarán todos
en las manos de la condición social.

A las ocho en punto de la mañana, ya dentro del patio central o en la
entrada de cada centro educacional, se formarán a los alumnos, y en acto
de bienvenida junto al busto de Martí y el ondear de la bandera, les
harán jurar lealtad a un hombre, asmático, extranjero, de mirada en
lontananza y fétida historia que aunque se han escrito libros, pocos
saben quién fue.

Pasado el sobresalto del comienzo, y ya en las aulas, compartirán
historias. Las de quienes no conciben la vida sin computador; y las de
aquellos que no lo conocen, y de las vacaciones sólo pueden referir un
buen baño de aguacero corriendo a pies descalzos sobre el lodo de la calle.

Y luego de escuchar el timbre que anuncie la despedida de esta, la
primera jornada del nuevo curso escolar; sus padres estarán esperando.
Algunos en lujosos autos con aires acondicionados; otros sudorosos,
grasientos y agotados del diario bregar. Para estos últimos es el
inicio, otra lucha comienza.

Source: "El primer matutino del primer día de clases" -
http://www.martinoticias.com/content/primer-dia-de-clases-cuba-curso-escolar-juan-juan-almeida/27013.html

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