miércoles, 22 de abril de 2015

Reuniones de padres sin democracia

Reuniones de padres sin democracia
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 22 Abr 2015 - 12:50 pm.

¿Es gratuita la educación secundaria? Muchos padres sostienen que no y
se quejan del tiempo que pierden sus hijos en las escuelas y de la falta
de diálogo de profesores y directores ante los problemas.

En los últimos tres cursos escolares, las reuniones de padres en la
enseñanza secundaria se han transformado en un espacio de tensión.
Familiares de alumnos advierten sobre la complejidad de plantear
inquietudes o dudas que cuestionan el trabajo deficiente de la docencia.

"Estas reuniones eran el espacio en que madres, padres, abuelos o
tutores podían ventilar dudas, sugerencias e informarse de cómo andaban
nuestros niños, tanto en el aprendizaje como en sus comportamientos. Así
era, hasta donde recuerdo, 30 años atrás. Pero parece que algunas cosas
han cambiado, y no precisamente para bien", afirma Celia Román, abuela
de una alumna de noveno grado en una secundaria del municipio Plaza.
"Ahora cuando quieres plantear algún problema relacionado con la
afectación del acumulado académico de nuestros niños, o de su poca
disposición para realizar sus deberes y obligaciones escolares, los
directivos de la escuela te dicen que ese no es el momento ni el lugar."

R. Silva, madre de un alumno de séptimo en la secundaria Desembarco del
Granma en Arroyo Naranjo, cuenta que "el padre de mi hijo, en la última
reunión a principios de marzo, planteaba entre otras cosas, la falta de
hojas para los exámenes y la inutilidad del horario flexible. El
profesor guía, Mario Iglesias, bastante aireado le expresó que 'si
quería una sociedad perfecta, se fuera a vivir a Estados Unidos'. Cuando
acudió a la directora, esta justificó el desplante del profesor con el
criterio de que 'no debió expresar el tema delante de los demás padres
sino en privado'. Me pregunto para qué es entonces una reunión de
padres; por qué hay que ocultar, por ejemplo, que para toda la escuela
solo hay una sola profesora de inglés. ¿Quién se beneficia con estas
ocultaciones?".

"La directora de la escuela de mi hijo se vanagloria de que 'nuestra
secundaria está entre las mejores del municipio'", comenta Y. Susana,
madre de un alumno de octavo en San Miguel del Padrón. "Sin embargo las
quejas de familiares llueven en las reuniones. Resulta que cuando
averiguamos en el municipio de Educación cuál era la medida para saber
cuándo una escuela era buena o mala, nos dijeron que por la ubicación
del centro. Según ese criterio de los metodólogos, la secundaria de La
Cuevita es mala en comparación con la del Reparto Obrero, no importa la
cifra de suspensos, la falta de maestros o si el techo se cae a pedazos".

En varias de las escuelas secundarias donde se indagó sobre la
deficiencia de los alumnos en el aprendizaje de los contenidos los
profesores encuestados responsabilizaron, invariablemente, a sus colegas
de trabajo de "no saber impartir los contenidos" o de deficiencias no
corregidas en la enseñanza primaria.

Las reuniones de padres, con frecuencia mensual, las preside el guía
base del aula y en ocasiones el jefe de grado del nivel correspondiente.
Este último asiste en dependencia de la gravedad de los conflictos
(disciplina) en cada grupo. La agenda de cada reunión suele incluir el
reporte disciplinario del grupo, las notas de los trabajos de control
parcial (TCP), y la colaboración de la familia en el mantenimiento o
reparación de las aulas. La presencia de la directora es de carácter
extraordinario. Cualquier tema fuera de esta agenda es catalogado como
"disociativo".

Horario flexible malgastado

En declaraciones publicadas a inicios del actual curso escolar, en
septiembre pasado, la ministra de Educación explicaba que el horario
flexible en la enseñanza secundaria, esencialmente en la sesión de la
tarde, suponía reajustar la docencia en dependencia de la existencia de
contenidos evaluativos. La realidad, resultado de investigaciones no
gubernamentales, refleja que en general este horario se reserva para
realizar los llamados "trabajos socialmente útil" o actividades
políticas de ocasión. En muy escasas ocasiones los alumnos emplean este
horario en la biblioteca, en la práctica de juegos de mesas o en los
laboratorios de computación.

"En la secundaria de mi sobrina", relata Ana Regla, vecina del Cotorro,
"se suele castigar las indisciplinas de los grupos privando a sus
alumnos de emplear el tiempo en la sala de computación, la biblioteca o
en educación física. Es decir, el castigo es privarlos de la superación,
el aprendizaje y la salud física. Recuerdo que esta penitencia llegó a
ser una moda en las escuelas de Alamar donde viven varias de mis amigas.
En una de las reuniones de padres, donde siempre acompaño a mi hermana,
planteamos esta queja y tanto la directora como la profesora guía,
negaron rotundamente tales hechos, recordándonos que los adolescentes
mentían o exageraban las cosas. Muchos familiares a veces temen expresar
sus criterios en las reuniones para evitar represalias con sus hijos".

"Mi hija, que está en octavo, tiene mi permiso para ir a la casa en
horario de almuerzo, y casi siempre regresa al colegio, para el turno de
la tarde, sin la mochila de los libros", confirma Luz María. "Me explica
que muchas veces no tienen nada que hacer por las tardes, pero igual
tienen que ir porque de lo contrario le afectan el dichoso componente
educativo. Pero sabemos que tienen que ir a malgastar las horas, para
guardar las apariencias o si aparece de improviso alguna visita 'de
arriba'".

El componente educativo evalúa asistencia, puntualidad, disciplina, uso
correcto del uniforme y atributos, así como asistencia a los actos
políticos dirigidos. Su acumulado, durante los tres cursos de la
secundaria básica, incide directamente en el escalafón final de los
estudiantes cuando concluyen el noveno grado.

Hay que pagar los trabajos prácticos

Entre las quejas más frecuentes en las reuniones de padres, sobresale la
referencia a los "trabajos prácticos evaluativos", fundamentalmente en
las asignaturas de Historia, Ciencias Naturales y Educación Laboral.

"Resulta muy poco comprensible que en educación laboral le encarguen a
los niños, como trabajo evaluativo, hacer tapas de taza de baños… y de
madera", increpa Rogelio, padre de un alumno de séptimo en Playa. "Esto
implica, en primer lugar, un conjunto de herramientas que, a menos que
seas carpintero o tornero, no podrás encontrar en ningún hogar cubano.
Mi fiñe me presionó porque decía que algunos de sus amiguitos las habían
hecho. Me picó la curiosidad y averigüé; resulta los padres de quienes
entregaron el trabajo habían pagado al carpintero del barrio por
hacerlas. Y, aunque yo tenga el dinero, no me da la gana de pagar. Si ya
no existen las aulas de educación laboral con sus herramientas, como era
en mis tiempos, entonces que no evalúen a los alumnos o quiten esa
asignatura".

Y agrega: "Cuando le pregunté a la profesora, en la reunión, sobre qué
utilidad tenían las tapas me dijo, medio molesta, que se utilizarían
para arreglar los baños de la escuela. En cualquier momento las clases
vamos a tener que darlas en nuestras casas… y eso que todo está
garantizado".

Según el Ministerio de Educación, cada secundaria básica del país tiene
garantizados los laboratorios de computación, equipados con computadoras
y software, habilitados para la instrucción y búsqueda de información
relacionada con los contenidos impartidos en este nivel de enseñanza.

Amelia Vargas, madre de una alumna de noveno que estudia en Mantilla,
difiere al respecto. "Yo me estreso cada vez que escucho 'trabajo
práctico'. En las computadoras de la escuela no hay casi ninguna
información sobre los contenidos a evaluar. Ya se sabe que Ecured 'ni da
ni dice donde hay'. En las reuniones de padres lo he planteado hasta el
cansancio, pero incluso muchos padres hasta te miran por encima del
hombro porque ni en tu casa ni en tu trabajo tienes computadora con
internet. Y cuando el trabajo práctico debe ir acompañado con fotos, la
impresión de cada una te cuesta 5 o 10 pesos. Dígase lo que se diga, en
cada computadora de cualquier centro de trabajo te encuentras una
carpeta con el nombre de 'trabajo práctico de cuquita o de morochito'.
Yo resuelvo con mi jefa que es amiga mía".

En palabras de R. Falcón, padre de un alumno que cursa noveno en la
secundaria Jacinto García Espinosa del Cerro, "el precio de esta
educación gratuita no puede ser el silencio de los padres. Eso es una
contribución a una mentira que dura más de cinco décadas. El niño mío
llegó molesto hace una semana de la escuela porque la profesora de
Historia llevaba más de tres meses sin dar un turno de clases, y de
repente reaparece con un trabajo práctico de Historia Antigua y un
seminario integrador sin haber dado uno solo de los contenidos. Los
muchachos se quejaron, pero ella les dijo que o lo hacían o les daba la
nota mínima. Mi mujer y yo nos pusimos en tres y dos en la reunión
porque no íbamos a pagar a nadie para que nos bajara los contenidos de
internet, práctica que ahora está de moda. La directora al final decidió
que los alumnos 'se evaluaría con otra alternativa'; pero nos dijo
después que habíamos puesto mala la reunión, y que por favor, cuando
hubiese este tipo de situación la fueran a ver personalmente. La verdad
es que no entiendo nada, ni tampoco en que parte de todo este asunto es
gratuita la educación".

Metodólogos de la Dirección Provincial de Educación de La Habana
confrontados niegan que tales problemáticas y hechos sean "recurrentes
en las secundarias básicas de la provincia", y alegan que son "hechos
aislados", resultado de la "incompetencia de algunos directivos".

Source: Reuniones de padres sin democracia | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1427726580_13667.html

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