miércoles, 3 de julio de 2013

Fraude o enseñanza en Cuba

Fraude o enseñanza en Cuba

Concluyen los exámenes finales, los muchachos terminan el curso y salen
de vacaciones.

Se dice que el fraude y la mala conducta en las escuelas cubanas colman
ya los límites de lo permisible. Lo comentan quienes tienen hijos
vinculados a centros que fueron la casa de muchos de nosotros. Las
escuelas, las becas, y los maestros cubanos tienen un lugar especial en
mi corazón, cierro los ojos y me pregunto cómo seríamos nosotros sin los
grandes maestros y las maravillosas instituciones en las que nos
prepararon a más de tres generaciones. Cuando nuestros padres llegaban
tarde a recogernos, caía la noche en el seminternado, muchos
terminábamos comiendo o durmiendo en casa de nuestros maestros. Era el
tiempo de educar, de entender, eran los años duros, aquellos de dar sin
recibir nada a cambio, sobre todo el conocimiento para la entonces
llamada "formación integral".

Hace muy poco escuché a una reportera de la televisión cubana regañar a
"los padres" en general, por la mala conducta de los educandos en las
escuelas. No se cuestionaba a las instituciones ni a los maestros, no,
el regaño era total y absoluto dirigido a los padres que no tienen dónde
ir a quejarse. Hoy hablaremos de la otra parte, dejaremos hablar a
personas que no salen por la televisión para debatir este tema ¿Que
piensan los padres de este fenómeno?

No voy a revelar las fuentes de quienes me escriben las cartas u
opiniones que publico a continuación. Las personas que me han confesado
sus preocupaciones sobre el problema de la formación en Cuba, no desean
involucrar el nombre de sus hijos, maestros y o escuelas por miedo a
represalias.

La primera carta la envía una colega:

(...) ¿Dónde andarán los maestros de ayer? Aquellos que nos esperaban en
la entrada de las escuelas, nos daban los buenos días con una sonrisa y
nos preparaban para la vida. Aquellos que luego de su jornada laboral,
si un niño estaba enfermo, impartían la clase en casa sin que se le
ocurriera recibir nada a cambio que no fuera la sonrisa del pequeño y el
eterno agradecimiento de los padres.

Aquellos que sugerían a los padres ponernos en Círculos de interés, en
deportes o en Casa de Cultura para fomentar nuestras inquietudes y
aptitudes para uno u otro campo de conocimiento. Adónde fueron a parar?

¿Quiénes son los que educan hoy a nuestros hijos? Digo,¿ los educan?
¿Qué enseñan? ¿Cuáles son los valores que trasmiten? ¿Enseñan a valorar,
a discernir, a sacar cada unos sus propias conclusiones, o los enseñan a
repetir sin analizar los párrafos en negrita de los libros de texto?

¿Cuántos maestros exigen a sus alumnos el haber ido a un museo o
asistido a una obra de teatro para luego analizarlo en el aula? Tengo la
experiencia de que mi hijo haya estudiado la primaria y la secundaria en
las mismas escuelas que yo y treinta años después de mi paso por ambas,
lo que siento es miedo de la Cuba del futuro.

Otra amiga me comenta por teléfono:

Aquí venden los exámenes en Cuc (pesos convertibles), claves que sus
hijos adolescentes quieren comprar, ella se niega rotundamente e insiste
en la importancia del aprendizaje, pero una vez que alguien del aula lo
compra, se lo pasa al resto del alumnado. Esta era una antigua compañera
de clases en la primaria y se siente angustiada de cómo han cambiado las
cosas, para mal, desde que nosotras nos graduamos. Según ella, para que
los niños o adolescentes se fijen en el aula (hagan fraude copiando el
examen del compañero) solo hacen falta 5 Cuc. Este dinero se le entrega
al profesor o asistente que debe "cuidar" el tiempo de evaluación. La
autoridad mayor en el aula dirige la mirada hacia el lado contario o
sale al pasillo ¿a fumar? Ahí se inicia "la copiadera". El fraude.

El padre de un niño que estudia en una escuela de música se queja de
lo siguiente:

Como pagan poco a los profesores de música elemental, se proponen
completar el programa para el altísimo grado de aprendizaje que tienen
los jóvenes instrumentistas que se forman en Cuba, ¿Cómo? pues
imponiendo la costumbre, estableciendo la norma, implantando como canon
el ofrecer y cobrar clases fuera del horario escolar. Casi siempre en
las propias casas de los maestros.


Siempre ha habido repasadores, en todas las épocas hemos sido repasados
fuera del horario escolar, pero hoy, en el caso de la enseñanza musical,
ya es casi un convenio para garantizar que esos enormes programas se
cumplan; perfeccionando así la sofisticada educación artística de
instrumentos como el piano, el violín, la guitarra, o la trompeta.

Me pregunto por los alumnos cuyos padres no tienen dinero ni para estas
clases ni para el transporte a la casa de sus mismos maestros. Tal vez
ellos tengan tanto talento o condiciones como los niños con dinero para
solventar las clases particulares. ¿Qué será de ellos? ¿Reciben la misma
información o entrenamiento al no poseer esos dineros extras que en
muchas casas no entran? ¿Cómo se mantiene un maestro de música? ¿Vive
con lo que gana en la escuela? No lo creo.

Vivimos en un país donde la educación es gratuita, pongamos esto en
contexto: Es el fin del curso 20012-2013. Escribo desde una Cuba que
hizo reformas sociales para que nuestro sistema nacional de enseñanza
fuera, equitativo, gratuito y obligatorio. Por eso nuestros padres
abandonaron TODO para asistir multitudinariamente a una campaña de
alfabetización.

Aquí se editaron y vendieron por muy poco dinero, miles de libros que
estaban al alcance de todos, entre ellos importantes clásicos de la
literatura universal. Excelentes manuales de textos de enseñanza con
autores como: Mirta Aguirre y Eliseo Diego, entre otros, con esos
volúmenes y bajo la sabiduría de nuestros inolvidables maestros de
primer grado, aprendimos a leer. Hacer fraude era altamente rechazado en
nuestras escuelas. Estudiar y pasar con buenas notas era entonces
nuestra única obligación social. ¿Qué pasa con los profesores de hoy?
¿Cuál es su realidad? ¿Somos consientes de la alarmante diáspora de
maestros? ¿Qué pasará con los ingenieros o matemáticos o médicos o
intelectuales cubanos del futuro?

Alguien tiene que velar por esto, indagar en los espacios a los que no
podemos llegar, saber si los testimonios reflejan toda o solo una parte
de la verdad. Revisar los sueldos de los maestros y la calidad educativa
que ha derivado tras el triste paso de los llamados "Maestros
emergentes" o aquel falso 100 porciento de promoción al que nos
obligaron a llegar, incluso a nuestra generación. Termino con algo que
repito cada día. ¿Recuerdan que Cuba es todavía un país socialista?

Source: "Fraude o enseñanza en Cuba | Habáname | Blogs | elmundo.es" -
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/habaname/2013/07/03/fraude-o-ensenanza-en-cuba.html

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