Entrevista a un alto funcionario de la educación en Cuba

Entrevista a un alto funcionario de la educación en Cuba
JUEVES, 22 DE AGOSTO DE 2013 10:45
ESCRITO POR VÍCTOR MANUEL DOMÍNGUEZ

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Los preparativos para el
curso escolar 2013-2014 tienen al señor Leovigildo Troncoso de La O en
constante movimiento. Lo mismo mueve un cuño para un lado que atrae otro
cuño para sí, y hasta mueve tres cuños para más allá. Es tanta la faena
que su secretaria tiñe cuños sobre el buró, una silla y el pizarrón con
el lema: "Este año será el más integral"

Aunque demás está decir que el del año pasado fue un exitazo por las
elevadas notas (etílicas) alcanzadas por el alumnado, Troncoso de La O
asegura que ahora, en medio de una sandunguera transformación
educacional, la evaluación se irá por encima del nivel.

Para ello, y con el concurso de un claustro de profesores súper
estimulados de quimeras, desbordantes de optimismo por encontrar, y
alejados de la frustración por los bajos salarios a la considerable
distancia de un ojo de la nariz, se han dado a la tarea de garantizar el
papel para los conduces del uniforme escolar, las tizas, los pupitres,
las libretas y el borrador.

En medio de papeles, latas de tukola, pan con jamón, y sobre todo,
cuños, el señor Troncoso accedió a concedernos una entrevista donde
traza la estrategia a seguir para hacer del venidero curso escolar una
verdadera revolución en el concepto educacional. Leamos si no sus
respuestas al cuestionario de La Bola Incendiaria:

La Bola Incendiaria (LBI): Señor Troncoso, varios críticos del sistema
educacional cubano dicen que los fraudes, la falta de interés del
alumnado y la soberbia nulidad cognoscitiva de la mayoría de los
profesores pueden dar al traste con los resultados finales del curso
próximo a comenzar. ¿Considera injustas estas evaluaciones? De ser así,
¿por qué?

Leovigildo Troncoso de La O (LTO): No sólo le puedo asegurar que son
injustas, Nefasto, sino infames también. Y la razón es muy sencilla. Más
allá de que muchos alumnos al solicitarle una oración respondan "Padre
nuestro que estás en los cielos", o aseguren que un dígito es una
especie de ciempiés en estado de gestación, la mayoría están bien
preparados en la práctica del chivaterio, la oregigonza y la visiolince
a la hora de examinar...

LBI: Un momento, Troncoso. ¿Estos términos son nuevos ejercicios
mnemotécnicos o material de estudio especial?

LTO: ¡Que va, Nefasto! El chivaterio es la sublimación del chivo escrito
en la planta del pie, o al noroeste del codo; la oregigonza la precisión
para oír lo que murmura otro alumno sobre el examen, y la visiolince la
capacidad de ver lo escrito hasta detrás del pizarrón. Son técnicas ya
usadas por los alumnos de pintura de Sócrates en el museo de Nueva York.

LBI: ¿Y Sócrates impartió clases en Nueva York?

LTO: ¿Ah? ¿Y usted no lo sabía?

LBI: Bueno está bien, pero... ¿eso no es acaso fraude académico?

LTO: Fraude no, Nefasto. Eso es luchar. ¿O piensa usted que los hijos de
un cirujano, una ingeniera o un lunchero que con un salario de 500 CUP
compran un par de zapatos de 100 CUC no se la van a saber apañar?
Recuerde que vivimos en el país de la multiplicación, si bien no de los
panes y de los peces, al menos de las onzas o las libras de carne o de café.

LBI: De acuerdo, señor Troncoso. Pasemos a otro tema importante para el
curso que se avecina. ¿Está garantizado el material de estudio? ¿Las
condiciones de las aulas, los laboratorios y los baños cumplen los
requerimientos mínimos para el aprendizaje y la salud? ¿Qué me puede
decir sobre las tallas en el uniforme escolar?

LTO: En realidad, Nefasto, nuestro ministerio lo tiene todo listo para
la ejecución del plan. El material de estudio lo más tardar el día 32
del presente mes nos llegará de Haití, y se gestionan unas donaciones de
Sudán, más un envío solidario de la ciudad de Argel. En cuanto a las
aulas ya los padres hacen una colecta para comprar retortas,
ventiladores, colchas para trapear y pintura, y aportarán brazos, picos
y palas para cavar unos baños turcos en el área de volibol, pues este
año, por causa del bloqueo, no tendremos la ned.

LBI: ¿Y qué me puede decir sobre la talla de los uniformes, Troncoso?
Todos los años se producen quejas porque un niño distrófico anda con un
uniforme de un luchador de zumo, y no pocas veces se enreda y cae;
mientras que otro, obeso como un mamut, anda con uno pegado a la piel, y
tan corto que deja fuera la rodilla, parte del ombligo y el esternón.

LTO: Ya eso está resuelto, Nefasto. O mejor dicho, en fase de solución.
Para los pequeños importaremos uniformes escolares de la esquimalia...

LBI: ¡¿Esque quéeee...?!

LTO: Esquimalia, Nefasto, no sea tolete, y perdóneme la expresión. Es
que a veces hablo con gente tan bruta que pienso que todos tienen el
mismo nivel. Esquimalia, el país de los esquimales. Además, para los más
grandecitos, importaremos los uniformes desde la isla de los patagones,
y espero que no me diga que eso dónde carajo es, pues no le sabría decir.

LBI: lo que no entiendo, Troncoso, es cómo en Cuba ya no existan tallas
para una ciudadanía tan atildada en el vestir, al menos, antes de la
revolución.

LTO: Ahí está la cosa, Nefasto. Ahora todos somos iguales, o casi, lo
mismo para vestir que para comer, dormir, cantar y...

LBI: Está bueno ya, Troncoso. Muchas gracias por su disertación y por la
tranquilidad que le ha dado al público lector sobre la garantía de que
el curso escolar venidero será el más integral...

LTO: Y agregue ahí, Nefasto. Con fraude o sin fraude: ¡Los diez millones
van!

LBI: Gracias, Leovigildo. Y de que van... ¡van!

Eso se lo aseguro yo, Nefasto "El Profesor"

Para Cuba actualidad: vicmadomingues55@gmail.com

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