jueves, 8 de octubre de 2015

Sexo por dinero a la salida de la Facultad

Sexo por dinero a la salida de la Facultad
"Prostituirse no es nada fácil, pero yo voy a aprender a sobrellevarlo,
mis ingresos visten y alimentan a mi familia"
miércoles, octubre 7, 2015 | Manuel Díaz Mons

LA HABANA, Cuba.- "La verdad, jamás me imaginé que me contactarían
buscando sexo, mi único objetivo era conocer a alguien lindo, lograr
tener una pareja estable", cuenta Mario, un joven gay de 20 años de
edad, estudiante de la Universidad de La Habana que, ante la reciente
apertura de puntos wifi en Cuba, eligió la red social Badoo.com para
intentar probar suerte en el amor.

"Me citó en el patio del hotel Nacional, era un cuarentón interesante,
tenía los ojos verdes y el pelo rubio como maíz, parecía una buena
persona aunque no paraba de fumar y eso me molestaba", recuerda sobre su
primer cliente. "Pasamos una noche inolvidable, era súper cariñoso
conmigo, llegué a pensar que había encontrado mi príncipe azul. No fue
hasta que me pagó la suma de 30 CUC (pesos convertibles) que me di
cuenta que me estaba prostituyendo. ¿Sexo por dinero? ¡Eso me gustó!",
continúa su historia con la voz temblorosa.

Mario ha corrido con suerte, a diferencia de los pingueros (prostitutos)
de la calle, muchos de ellos provenientes de otras provincias del país
en busca de mejoras económicas, él no tiene que pasar las noches en
malecón detrás de los turistas. Su estrategia en las redes sociales, su
buen dominio del inglés y el francés, la publicidad que recibe de su
"príncipe azul", como él apodó a su primer cliente, y su escultural
físico, le permiten mantener ciertos privilegios sobre muchos otros
jóvenes de "vida fácil".

Ubicados en la zona de La Rampa habanera, los "trabajadores sexuales" en
Cuba se caracterizan en su mayoría por su bajo nivel cultural, la poca
seguridad que ofrecen y el bajo precio de sus servicios que rondan entre
los 5 CUC y los 20 CUC por noche.

Pero el caso de Mario es distinto. "Cuando el cliente viene recomendado
y yo le voy a dedicar todo mi tiempo, el precio no baja de 50 CUC por
noche. Un buen mes para mí puede llegar hasta los 500 CUC, pero que
quede claro, somos muy pocos los que logramos esto". El otro grupo de
trabajadores sexuales que comparten el mismo nivel de Mario es fácil de
encontrar en centro nocturnos como el King Bar, The Magic Flute y El
Café Cantante del Teatro Nacional entre otros sitios frecuentados por
turistas de mayor nivel adquisitivo.

Coqueteando con el peligro

No por ser una de las profesiones más antiguas, la prostitución deja de
ser una de las más difíciles de realizar. Pese a su "suerte", este joven
cubano no cuenta con mucha experiencia, por lo que trata de elegir bien
a las personas con las que se acuesta. Sin embargo ya ha vivido sustos y
pedidos extraños, pero cuando él siente que algo le desagrada, saca a
flote sus propias reglas, con las que sobrelleva los malos ratos.

"Aún no he logrado perder el miedo, sin embargo cuando me veo en
situaciones difíciles trato de no demostrar temor e intentar tomar las
riendas de la situación. ¡Los golpes enseñan!", reconoce.

Bern es el nombre de un alemán que solicitó los servicios de Mario vía
Facebook. Un fin de semana en Varadero con todos los gastos pagados más
los honorarios del joven que sumaban 200 CUC sería el pago por sus
servicios de compañía. Cuenta que, durante el transcurso del primer día,
todo salió bien. "Parecía un hombre inteligente y educado, pero al
llegar la noche se transformó". Visiblemente conmovido, Mario relata el
horror que vivió al enfrentarse al sexo más violento y desgarrador que,
a decir de él, le provocó "el peor y más intenso de los dolores", ese
que, afirma, lo marcaría psicológicamente de por vida. "Me violó y tuve
que hacer silencio".

Sin tiempo para estudiar

Como buen estudiante universitario, Mario se levanta bien temprano en la
mañana todos los días, se baña, desayuna algo rápido y sale a coger un
almendrón que lo lleve directo a la universidad y poder estar a las ocho
en punto recibiendo clases de tercer año de Química. Sus estudios son
sagrados, por eso nunca sale de clases para asistir a un encuentro
sexual. La ventaja, señala, es que la mayoría de estos se dan por las
noches o los fines de semana, lo malo es que se queda sin tiempo para
poder estudiar.

Aunque vive con dos hermanos menores y su madre en un municipio a las
afueras de la ciudad, afirma que ellos ignoran su activa vida nocturna.
"Los únicos que conocen lo que hago son una ex con la cual tuve una
relación de un año y que ahora es mi mejor amiga, y un amigo de la
universidad". Él considera que sus hermanos son jóvenes con mente
abierta, pero confiesa que le daría temor que se enteren, más que nada,
porque no quisiera causarles dolor y mucho menos ser una mala
influencia. "Prefiero seguir siendo para ellos el joven universitario y
trabajador".

Hoy día, Mario está trabajando como Dj en un bar, o al menos eso le hace
creer a su familia. La muerte de su padre que era guía y sostén
económico de todos, es lo más duro que ha soportado. Atropellado en el
2007, su padre dejó sobre su madre, maestra de una escuela primaria,
toda la carga económica y moral de sacar adelante a tres hijos varones.
Ahora, el recuerdo de él y el empeño de ella lo motivan para no dejar de
estudiar, aunque está consciente que ellos jamás aprobarían lo que hace.
"Prostituirse no es nada fácil, pero yo voy a aprender a sobrellevarlo,
mis ingresos visten y alimentan a mi madre y mis hermanos".

Source: Sexo por dinero a la salida de la Facultad | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/sexo-por-dinero-a-la-salida-de-la-facultad/

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