viernes, 19 de febrero de 2016

Qué leerán los niños cubanos en 2016?

¿Qué leerán los niños cubanos en 2016?
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 18 Feb 2016 - 8:33 pm.

Este año, el Pabellón Infantil de la Feria Internacional del Libro ha
cambiado de locación. Tradicionalmente se había ubicado en el último
foso de La Cabaña, en el lugar más alejado de la vista del público y
sazonado con unas escaleras derruidas e incómodas.

Ahora, en el stand K-11 del recinto ferial, el Salón Infantil ha ganado
en visibilidad y, según los trabajadores de la librería El Cochero Azul
(K-12), han aumentado las ventas.

Las cifras manejadas por el Instituto Cubano del Libro todos los años
indican que la editorial Gente Nueva, dedicada en exclusiva al público
infantil, tiene unas ventas difíciles de alcanzar por el resto de las
editoras estatales.

Muchos adultos, aunque no tengan hábito de lectura, se interesan por
darle a sus hijos libros de cuentos, diccionarios, textos educativos de
diversos tipos o, al menos, los tan populares libros de colorear.

"Yo no soy una lectora", reconoce Yamilka, de 32 años y madre de dos
niños. "Nada más que leo de temas de sexualidad, que es lo que me
interesa. Pero todos los años vengo a la feria para comprarle libros a
mis hijos".

Roberto, padre de una niña de 12 años, busca libros para que ella lea.
"Desde chiquita le estoy comprando literatura, porque no quiero que le
pase como a mí, que nadie me enseñó y ahora me cuesta trabajo leerme
hasta una revista", dice.

En esta edición 25 de la feria, las ofertas para niños parecen desbordar
los muros de La Cabaña. Casi todos los stands extranjeros tienen más
artículos de interés infantil que para adultos. Pero, ¿qué tipo de
propuestas encontramos?

Las editoras peruanas y mexicanas, que son mayoría entre los
participantes extranjeros, llaman la atención del público. Los colores
vivos de sus libros no pueden pasar desapercibidos para los niños y
tampoco para los padres. Allí, la visualidad le gana a la literatura.

Para empezar, una alarmante cantidad de productos que nada tienen que
ver con el libro. Stands completos vendiendo mochilas, luncheras,
sacapuntas, bolígrafos, barajas, peluches, agendas y hasta bisutería;
todo ello adornado con minions, barbies, Ben 10, Yugi y las princesas de
la película Frozen.

Luego, libros sin una línea de texto, para colorear, con rompecabezas.
Cuentos clásicos infantiles, siempre los mismos, en versiones tan
simplificadas que el lobo de Caperucita Roja se come a la abuelita en la
segunda página, para poder dedicar las otras cinco a las ilustraciones a
todo color.

El mismo libro se repite en casi todos los stands, como los de
dinosaurios enormes y vistosos, por el precio de 8 CUC cada uno.

"No he podido encontrar libros para que mi hijo de nueve años lea
realmente", se queja una madre. "Para mi sobrinita que tiene tres años
sí hay más cosas. La mayoría de los libros son para niños muy
chiquitos", asegura.

La editorial Ameyalib, de México, tiene unos libros-almohada que logran
captar la atención de las madres, aunque también son para niños muy
pequeños.

En Ediciones Aurelia, de España, los precios son prohibitivos.

En Tercera Edición (México) los diccionarios de inglés infantiles no
bajan de los 6 CUC y los libros de animales, que una vez fueron
elegantes ediciones en papel cromado y tapas duras, tienen las cubiertas
rotas y las páginas pegadas por la humedad, y aún así cuestan 4 CUC.

Las agendas juveniles Mía, distribuidas por Didáctica Editorial, de
Perú, también se repiten en varios stands. Sin embargo, este año ya no
hay colas para comprarlas, como hubo en ediciones anteriores.

"Lo de las agendas Mía es ya un abuso", comenta una mujer. "Están
costando 15 CUC nada más y nada menos. Este año mi hija se queda sin
Mía, lo siento mucho".

Se salva de este panorama tan poco literario y educativo la editorial
Chirre (Perú), que en medio de los libros de colorear y de las agendas
caras tiene también libros de cuentos clásicos con texto real y
versiones para niños de clásicos de la literatura como Don Quijote,
libros con más de 50 páginas, aunque también por no menos de 5 CUC.

La salvedad más destacada es la de la editorial Selvi (España), que
vende libros de autores cubanos con un hermoso diseño y buen papel y
calidad de impresión. Aquí se combina el atractivo visual con la
literatura, pues los "cuentos para colorear" son realmente cuentos y por
1 CUC se pueden adquirir tres pequeños libros de autores como Eldys
Baratute y Enrique Pérez Díaz.

Mientras tanto, la librería El Cochero Azul, no tiene en sus estantes ni
siquiera una tercera parte de los 135 títulos que anuncia para este año
la editorial Gente Nueva. Sin embargo, se pueden encontrar allí obras
como De los 20 uno, de la brasileña Lygia Bojunga Nunes (8 pesos
cubanos); Ruslán y Liudmila, de Alexander Pushkin (5 pesos), y
selecciones como Navegas, isla de oro, décima cubana para niños (10
pesos), o Antología de los Premios Andersen (5 pesos).

Aunque como promotora de literatura Gente Nueva le gana la partida a
cualquiera de las participantes extranjeras, la visualidad está siempre
en su contra. La capacidad de la poligrafía cubana para imprimir un
libro que sea atractivo visualmente sigue siendo escasa, por mucho que
se esfuercen los diseñadores e ilustradores.

"Al Cochero Azul entran personas con jabas llenas de libros extranjeros
que deben haber costado un dineral, y aquí son incapaces de gastarse
cinco pesos en la Antología de los Premios Andersen, que es una joyita,
pero está en papel gaceta", dice una trabajadora de Gente Nueva.

Para esta señora está muy claro que el atractivo del papel cromado y los
muchos colores se hace cada vez más imbatible. "Pero no deja de ser
preocupante que los padres cubanos prefieran darle a sus hijos un libro
caro que no dice nada, antes que comprarle uno poco llamativo, pero con
cuentos de autores tan importantes como Astrid Lindgren o Gianni
Rodari", apunta.

Source: ¿Qué leerán los niños cubanos en 2016? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1455824006_20315.html

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