martes, 7 de septiembre de 2010

De nuevo en las aulas

De nuevo en las aulas
Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Tradicionalmente, el
inicio del periodo escolar trae consigo infinidad de conflictos. Este
año, las dificultades para los padres cubanos son mayores. El deterioro
de la calidad de la enseñanza y la pérdida de valores, se suman a la
crisis económica doméstica. Y continúa la aplicación acelerada del
diseño ideado por ministros-militares, para solventar la debacle
pedagógica generada por el propio sistema.

Aunque la propaganda repite hasta el cansancio que la educación en la
Isla es gratis, en realidad es subvencionada a partir de las ganancias
que obtiene el Estado luego de pagar salarios miserables a los
trabajadores. En consecuencia, las autoridades suelen asignar materiales
estudiantiles; pero estos resultan insuficientes, o son desviados por
los indolentes hacia el mercado informal. Los padres pasan mil y un
aprietos hasta para adquirir uniformes escolares.

Rosario Rivas dijo a este reportero en la calle Obispo: "Cada libreta
cuesta entre tres y diez CUC, en las tiendas recaudadoras de divisas, y
mi hija consume 5 cuadernos como mínimo cada trimestre. No sé qué voy a
hacer pues mi salario equivale a 15 cuc (18 dólares), y eso no me
alcanza ni para comprar portaminas y una mochila. En moneda nacional, el
gobierno no ha vendido este año. Y mejor no te cuento cómo hago para
resolver el asunto de la alimentación y la merienda diaria".

Incluso ni comprando en divisas existe diversidad y la calidad de los
artículos es pésima. En las aulas, sobre todo en los primeros grados, el
reto es titánico. Los maestros no son suficientes, y se acude entonces a
los que no poseen la debida formación docente; otros profesores están
tan descarriados éticamente, que hay que empezar por educarles.

Regla Menéndez, educadora por más de veinte años, afirmó: "Es un
problema grave; los maestros emergentes necesitan de más formación;
intentamos cubrir las plazas con personal retirado, pero hasta eso
conlleva obstáculos, porque los métodos, los esquemas y la dinámica
cambian constantemente. La crisis de valores, acrecentada en los años
90, y la falta de incentivos económicos, ha sido fatal; ahora se
incorporan a las escuelas de las ciudades a muchachos que fueron
educados en las escuelas en el campo, becarios alejados del ambiente
familiar. Prácticamente hay que reeducarlos, porque allá vivían casi
silvestres".

Para subsanar estos inconvenientes el Ministerio de Educación apretó las
tuercas del sistema evaluativo, al punto de transformar los exámenes en
pruebas de habilidad mental, más que de comprensión académica.

Dictaminaron que había que vigorizar la ya férrea formación política de
los educandos; y hasta la entrada en las aulas ha sido antecedida por
una monserga de Fidel Castro en la escalinata de La Universidad de La
Habana.

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/sept2010/07_C_2.html

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