viernes, 17 de septiembre de 2010

Escuelas primarias, laboratorio político

Escuelas primarias, laboratorio político
Jueves 16 de Septiembre de 2010 23:45 Luis Felipe Rojas, Holguín

"Los textos escolares están plagados de consignas políticas que en nada
ayudan a los niños", dice quien ha preferido llamarse Rubén para hablar
con DIARIO DE CUBA. Frente a él, sobre la mesa del comedor, hay un
montón de libros a la espera de ser protegidos con forros de colores y
trozos de nylon. Rubén y su esposa se afanan en ponerles el mejor
acabado. Es septiembre y ha comenzado el curso escolar. Los libros de
texto todavía no les cuestan un centavo como padres que son, pero al
igual que ellos, hay muchos cuyo deseo es que "no les metan tanto veneno
a los chicos en la escuela".

La doctrina que oscurece y mata

El sistema de enseñanza primaria en Cuba comprende dos ciclos, de
pre-escolar a cuarto, y de quinto a sexto grado. En ambos, los textos de
Lengua Española, El mundo en que vivimos y las tele-clases de Inglés,
así como los de otras asignaturas, tienen un alto contenido político.

"Los niños —agrega Rubén— se ven obligados a aprender a leer con
consignas revolucionarias y alusiones a la guerra, a Playa Girón y al
Moncada; es decir, están recordando la muerte todo el tiempo, y eso no
es bueno para nadie".

En los libros de Lengua Española, los temas de aprendizaje están ligados
a figuras centrales de la revolución, como Fidel Castro y el Che
Guevara. En el libro de segundo grado, se incluye una viñeta que
rememora a Lenin y su labor de fundador de la Unión Soviética.

El pasado 13 de agosto, día del natalicio de Fidel Castro, el periódico
Granma publicó una nota de beneplácito por lo logrado a favor del nuevo
curso escolar. La noticia menciona los cerca de millón y medio de libros
de textos fabricados en una Empresa Gráfica de Villa Clara. Según el
escrito, los mismos serán distribuidos, sin costo alguno para los
alumnos, en la totalidad de los municipios del país. Cuando se revisa el
balance temático de algunos de dichos textos, puede observarse la
reiteración de temas como el de la granjita Siboney (donde Castro y sus
hombres acamparon antes de asaltar el Moncada), el combate de Playa
Girón, los "cinco héroes", Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y otros
nombres y fechas posteriores a 1959.

Como Rubén, Maritza, que sí es opositora al régimen, dice que a veces no
puede hacer nada: "Eso es lo que les evalúan en clase, y si tú te pones
a contradecirlos en casa, entonces se les forma un enredo tremendo en la
cabeza, y a esa edad…".

A una edad tan temprana, cuatro horas fuera de casa dejan poco para los
padres, pero "yo he criado a dos, y cuando crecen les explico mejor. Ese
es mi método. Me he fajado en la escuela cuando quieren que vayan a una
marcha o que digan unos versos en el 'matutino' obligado, pero fuera de
ahí, he esperado a que crezcan para explicarles", dice, resignada.

Doctrina fuera del horario docente

Aunque a todas luces se trata de un adoctrinamiento político con el
acento en la base, es decir, en la enseñanza primaria, todos los niveles
reciben su dosis de ideología.

Aparte de las cuatro horas reglamentarias de docencia, los alumnos de la
enseñanza primaria tienen horas extras en las que estudian temas como
Biblioteca y Computación, donde, otra vez, los "cinco héroes" (espías
presos en Estados Unidos), el embargo o la vigilancia revolucionaria son
platos de primera en el consumo diario. "Lo que les meten en la cabeza
se les pega bastante, aunque tú intentes lo contrario. Los mandan a
pintar un Che (Guevara), a hacer una poesía 'a los 5' o les 'suenan' un
discurso de Fidel en un DVD", concluye Maritza con resignación.

Sobran los ejemplos en los que la rigidez del sistema educativo ha
sancionado y fustigado a profesores, padres y alumnos por igual, en caso
en que hayan disentido de la doctrina.

En 2008, Lisandra Domíguez Mora, de 13 años de edad e hija postiza del
pastor disidente Delmides Fidalgo López, residente en el municipio
holguinero de Buenaventura, fue encerrada en una oficina de la Seguridad
del Estado y expulsada de la escuela por no querer quitarse un pulso de
goma con la palabra Cambio, según expresó el pastor a la prensa
independiente, antes de agregar: "casi nada podemos hacer contra las
formas de adoctrinamiento, pero en edades tempranas es aún más traumático".

Lenguaje subliminal… todo el tiempo

La mayor impotencia de los padres es ante la inducción política que
flota en el medio ambiente.

Cada escuela está "engalanada" permanentemente con banderas alusivas al
26 de julio, fecha del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de
Céspedes. Aunque los nombres de los centros pueden ser los de próceres
de las contiendas del siglo XIX, casi siempre son los de un mártir local
en las guerras del África o de luchadores contra la dictadura de
Fulgencio Batista.

"Y esto no es nada —agrega Rubén—, cuando los niños caminan por la
calle, no es difícil que se encuentren muros con imágenes de Lenin o
consignas de Patria o Muerte. Por mucho que los atajes, siempre chocan
con la mano del discurso oficial".

Como norma metodológica, los cursos escolares, que apenas llegan a los
diez meses, son entreverados por dos jornadas patrióticas de fuerte
contenido político, la de Camilo y Che, dedicada por entero a estos dos
guerrilleros que bajaron a tiros de la Sierra Maestra, y la Jornada de
Abril, fecha en que rememoran indefectiblemente los aniversarios de la
Unión de Jóvenes Comunistas, la Organización de Pioneros "José Martí" y
los combates de Playa Girón.

La televisión, por su parte, no se queda atrás. Al no existir cuñas
comerciales entre programas, los spots inundan la pantalla de llamados a
la guerra de todo el pueblo, el amor al socialismo y el comunismo y el
odio al imperialismo yanki. De modo que poco pueden hacer los padres
disconformes, "si dos veces a la semana, ante cada inicio de la jornada
estudiantil, les insuflan una monserga política a los pequeños. Es algo
que pesa bastante a la hora de educarlos en casa", finaliza Rubén.

http://www.diariodecuba.net/cuba/81-cuba/3236-escuelas-primarias-laboratorio-politico.html

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