jueves, 6 de septiembre de 2012

Evaluación, exámenes y calificaciones

Evaluación, exámenes y calificaciones
[05-09-2012]
Raúl Lázaro Fonseca Díaz
Profesor de Matemáticas, colaborador de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- En el curso escolar 2011-2012 en Cuba a
las ya endémicas dificultades como; el deterioro de las instalaciones
escolares, inexistencia de talleres, laboratorios, incumplimiento y/o
falta de horarios docentes, escases de maestros y profesores se le
adicionó una cantidad enorme de alumnos desaprobados tanto en pruebas
ordinarias como extraordinarias en todos los niveles, aunque las palmas
se las llevaron las Matemáticas y la Física fundamentalmente en los
niveles medio y medio superior.

Lágrimas, angustia, desesperación y hasta al menos un caso de suicidio
de una alumna de Secundaria Básica signaron el final de este deficiente
curso escolar en nuestro país.

La evaluación educativa es una actividad compleja, necesaria y esencial
en la labor docente.

Es compleja porque puede evaluarse prácticamente todo, lo cual implica
aprendizajes, enseñanza, acción docente, contexto físico y educativo,
programas, currículo, aspectos institucionales, etcétera. Evoquemos
aquella frase que Albert Einstein escribió en una de las paredes de su
estudio "no todo lo que cuenta es evaluable ni todo lo que puede
evaluarse cuenta", por ello los docentes deben analizar este proceso de
muchas aristas y enfrentarse a una serie de asuntos y problemas
difíciles de abordar, de carácter psicopedagógico, técnico, práctico,
administrativo, institucional y sociocultural, algo por el momento
inalcanzable en nuestro país pues maestros y profesores se ven obligados
a aplicar exámenes que no fueron confeccionados por ellos.

Evaluar debe abarcar como mínimo estos aspectos centrales:

1.- La determinación del objeto, situación o nivel de referencia que se
ha de evaluar ¿qué queremos evaluar?

2.- El uso de determinados criterios para la realización de la
evaluación. Deben tenerse en cuenta las intenciones educativas en la
programación del plan de clase, del programa: los actos concretos que se
esperan de los alumnos y resultados: pertinencia, precisión,
originalidad, volúmenes de conocimientos…Evidentemente, lo que interesa
saber es si para un objeto de evaluación dado se han alcanzado los
conocimientos correspondientes y en qué grado. No puede ser examinada
una materia que no ha sido impartida ya sea por deficiencias del
programa, falta de preparación del maestro u otras causas.

3.- Sistematización mínima necesaria para la obtención de la
información. La selección y el uso de los instrumentos nos aproximan de
lleno a la pregunta de con qué vamos a evaluar. En nuestro país la copia
del pizarrón de grandes temarios sin al menos una justificación
pedagógica incide notablemente en el bajo rendimiento de los alumnos.

4.- A partir de la obtención de la información y mediante la aplicación
de las técnicas será posible construir una representación más fidedigna
posible del objeto de evaluación

5.- La emisión de juicios. Ello nos permite realizar una interpretación
sobre cómo y qué tanto ha sido satisfecho el criterio objeto de examen.

6.- La toma de decisiones a partir del juicio construido constituye sin
duda por qué y para que evaluar. Pueden ser de carácter pedagógico para
ajustes y mejoras necesarias de la situación de aprendizaje y/o de
enseñanza y de carácter social que tiene que ver con asuntos como la
acreditación, la promoción etc.

Los exámenes en nuestro país han partido de: una concepción
asociacionista en la que se hace hincapié en el conocimiento memorístico
descontextualizado de hechos, datos y conceptos.

Es una evaluación cuantitativa, el examen de lápiz y papel es el
principal instrumento, basada en normas y en criterios para la
asignación de la calificación anárquico, por ejemplo a cinco preguntas
se le asignan a cada una 20 puntos sin tener en cuenta el tipo ni el
nivel del conocimiento que se quiere medir.

Se escogieron ejercicios que casi nunca en los casos de Matemática y
Física fundamentalmente fueron revisados y/o realizados en clases como
si la transferencia, la generalización y aplicación de conocimientos y
saberes fuera una cuestión espontánea.

Los "concentrados de revisión de pruebas" definen la situación
evaluativa de una forma autoritaria-unidireccional, lo que propicia la
injusticia y el fraude aunque el objetivo de los mismos por antonomasia
sea precisamente elevar la calidad del trabajo y honradez de los docentes.

Nuestro país volverá a presenciar el deplorable espectáculo de padres y
alumnos conglomerados a las puertas de centros de exámenes y/o
calificaciones (con aptitudes que van desde la angustia hasta la más
grande indignación) incesantemente hasta que los docentes no recobren el
prestigio, respeto y confianza que les corresponde como forjadores de
los ciudadanos de un futuro en una Cuba con una educación en libertad,
sin el yugo de un inmenso aparato burocrático, dictatorial y corrupto
que tanto daño le están haciendo a la Educación de las futuras
generaciones en nuestro país.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36997

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