jueves, 14 de abril de 2016

La semana de receso escolar, un rompecabezas para los padres

La semana de receso escolar, un rompecabezas para los padres
YOSMANY MAYETA LABRADA, La Habana | Abril 14, 2016

Los pocos columpios que aún quedan funcionando se mueven de un lado a
otro y llenan todo el lugar del ruido que produce el roce de los
hierros. El pequeño parque infantil en el poblado de Florida, Camagüey,
vive días de ajetreo con la semana de receso escolar. Todos los niveles
de enseñanza del país han hecho una pausa y los estudiantes buscan
ofertas recreativas al menor coste posible.

La actual pausa en las actividades escolares tiene su origen en los
tiempos en que las escuelas descansaban durante la Semana Santa. Cuando
el ateísmo se instauró como regla ideológica, el receso se renombró
Semana de Girón y pasó a incluir los días entre el 16 y 19 de abril para
conmemorar los combates de 1961 en la también conocida como Bahía de
Cochinos.

Cada año los padres tienen ante sí la tarea de proporcionar por estos
días un programa recreativo para sus hijos. Lograrlo con mayor o menor
éxito depende cada vez más del poder adquisitivo de la familia. Mientras
la moneda convertible garantiza una recreación un poco más variada, los
pesos cubanos apenas brindan posibilidades para descansar después de
largos meses de clases. Desde hace varios años las instituciones
docentes se desentienden de esa responsabilidad y no ofrecen un
calendario de actividades en sus instalaciones.

Algunos, como Nancy, una tunera con un hijo de 12 años, tomaron
vacaciones en su trabajo para coincidir con la semana de descanso.
"Pasamos unos días en la playa", asegura. "Desde hace años tenemos un
contacto en la costa de Puerto Padre y es un lugar tranquilo al que
vamos en familia".

A pesar de tener el "transporte resuelto" gracias al viejo camión
soviético que su esposo maneja para una empresa agrícola estatal, lo más
difícil para Nancy ha sido "comprar la comida" y "hacer algo más que
quedarse en la casa o meterse en el agua". Su hijo exige otros
divertimentos como "alquilar juegos, comer pizzas y alguna discoteca
para adolescentes", explica la madre.

En La Habana, para las familias con niños pequeños las opciones más
populares son el Acuario Nacional, el Zoológico y el antiguo parque de
diversiones Coney Island rebautizado como Isla del Coco. La posibilidad
recreativa más barata es la programación de la televisión, que por estos
días suele aumentar las ofertas de filmes infantiles.

En el parque la Maestranza del casco histórico de la capital, las colas
se alargan. "La semana de receso es una odisea para nosotros", se queja
en la fila de entrada una mujer. Es vendedora de refrescos por cuenta
propia con un esposo en prisión, lo que hace difícil ofrecer a sus hijos
"los gustos que ellos quieren darse".

Otros hacen su agosto por estos días gracias a la afluencia de público
en los parques y áreas recreativas. Un fotógrafo ofrece sus productos a
las afueras de la Maestranza con una catálogo en la mano en el que
muestra todas las opciones de imágenes en que pueden quedar
inmortalizadas las breves vacaciones de abril.

"Puedo hacer casi cualquier cosa y, además, es al momento", se ufana. En
un viaje a Ecuador compró una sofisticada impresora de calidad
fotográfica que mantiene en un apartamento cerca del parque. "Hago la
foto aquí y, cuando tengo varias, me voy a editar e imprimir", detalla.

Tiene en exhibición a una jovencita vestida con un traje azul como el de
Cenicienta, un niño rodeado de Minions y otro que parece metido en medio
de una batalla en la última saga de Star Wars. El precio oscila según el
formato de la imagen y la complejidad de la edición. "Hay para todas las
posibilidades, entre 1 y 5 CUC", explica el vendedor. O sea, entre uno o
cinco días de trabajo.

Quienes no pueden costearse una foto ni el precio de entrada a los
aparatos en la Maestranza se conforman con opciones más baratas, como
tomar un helado en Coppelia o hacer una pijamada con los amigos. En
ocasiones, la diversión del pequeño vacacionista se limita a pasar el
tiempo en la casa de los abuelos o en el centro de trabajo de alguno de
los padres.

En ese caso se encuentra Leticia, una trabajadora de la Empresa
Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA), a quien le ha tocado
llevarse los hijos al trabajo, porque "en la casa no se pueden quedar
solos", aunque el director de su centro laboral no está muy contento con
esa opción. "Qué voy a hacer, no puedo borrar del almanaque la dichosa
semana de receso", se queja la madre.

Source: La semana de receso escolar, un rompecabezas para los padres -
http://www.14ymedio.com/nacional/Semana-receso-escolar-rompecabezas-padres_0_1979802014.html

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