viernes, 8 de abril de 2016

Maestros particulares, una solución parcial para las carencias de la enseñanza

Maestros particulares, una solución parcial para las carencias de la
enseñanza
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 8 Abr 2016 - 6:44 am.

"El día que yo tenga que pagar un profesor particular, mi hijo no va más
a la escuela", afirma Alejandra. Aunque parece estar muy convencida de
lo que dice, sabe que no puede cumplirlo. "Si todas las madres que pagan
clases particulares para sus hijos retiraran a los niños de los centros
de enseñanza, las aulas del país estarían medio vacías", asegura.

Por otra parte, no llevar a un menor a la escuela es ilegal. La
enseñanza primaria es obligatoria en Cuba y si Alejandra cumpliera con
su afirmación podría recibir una sanción.

"No importa que no haya maestros o la calidad de las clases deje mucho
que desear", dice Yudit, madre de un niño de tercer grado. "Lo tienes
que llevar a la escuela de todas formas. Ahora, si quieres que aprenda
de verdad, o te quemas tú con él cuando llega a la casa, o pagas un
profesor particular".

María, maestra desde hace 30 años, además de darles clases a sus alumnos
en el aula, enseña a sus nietos en la casa. "No es lógico que, siendo yo
maestra, mis hijas tengan que pagar profesores particulares. Mis dos
nietos tienen maestras en su escuela, pero tienes que ver la cantidad de
contenidos que están en el programa y mis nietos no han recibido".

Hay madres, como Aimée, que no cuentan con una entrada que les permita
pagar profesores. "Te cobran 10 CUC mensuales por hacer las tareas de la
escuela con los niños. Si quieres que les impartan algún contenido de
los que tendrían que dar en la escuela, pero no dan, entonces es 1 CUC
cada clase", explica. Como Aimée no podía pagar ninguna de las dos
variantes, se ha convertido en maestra de su hija. "Estoy pasando la
primaria de nuevo", bromea.

En muchos casos, la necesidad de profesores particulares surge por el
déficit de maestros en todos los niveles de enseñanza. Lo mismo puede
ocurrir en primaria que en preuniversitario.

Los hijos de Yarelis, jimaguas que cursan cuarto grado, ya casi acaban
el año y ahora es que se ha incorporado una maestra a darles clases.
"Todo el curso comiéndose los mocos en el aula y ahora la maestra nueva
tiene que corretear y quemar a los muchachos para que aprueben el
grado", se queja. "No sé si es peor el remedio o la enfermedad".

Jonathan, estudiante de onceno grado, no ha tenido maestro de Física
durante todo el curso. "Mi mamá me pagó un profesor, pero hay amigos
míos que no han visto la Física en el año". En la escuela de Jonathan,
unos días antes de la prueba se aparece en el aula un profesor de otro
grado y les da a los alumnos una "guía", con preguntas y respuestas,
para que se aprendan con alfileres el contenido que van a examinar.
"Nada más salimos de la prueba y ya no nos acordamos de lo que
examinamos", confiesa Jonathan.

La práctica de pagar profesores particulares para que preparen a los
estudiantes para las pruebas de ingreso a la enseñanza superior ha sido
común durante mucho tiempo, pero que los estudiantes de primaria y
secundaria tengan que hacerlo es algo que ha cobrado fuerza solo en los
últimos años.

'De todas formas voy a pagar'

Este 4 de abril se entregó a nivel nacional el diploma "Ya sé leer" a
los estudiantes de primer grado. "A Estefany le dieron el diploma, como
a todos los demás niños", comenta Yeny. "Yo, que soy su madre, tengo que
decir la verdad: Estefany todavía no sabe leer. Hay letras que nunca se
ha aprendido. Pero la maestra ni se da cuenta. Es que en realidad no es
ni una maestra, es auxiliar, pero tuvo que asumir el grupo porque no
había profesores en la escuela".

Yeny ha tenido que pagar una maestra para que enseñe a leer a su hija.
"Preferiría que existieran escuelas privadas, si de todas formas voy a
pagar. Al menos pagaría porque mi hija estudiara en un horario normal,
de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde y ya", apunta.

Anabel, profesora de primaria, también considera que los horarios de los
niños están siendo violentados de una manera antipedagógica. "Los
muchachos se pasan en la escuela todo el día, hasta las 4:20 de la
tarde. Luego, en el horario que debería ser de recreación, van a clases
particulares", analiza. "Esos niños no tienen descanso, no hay
equilibrio entre estudio y juego".

Hasta los horarios de sueño que tienen que seguir en la escuela los
alumnos de primer grado sufren. "En el aula de mi hijo la maestra da
clases particulares a algunos niños mientras los demás están durmiendo",
cuenta Alejandra. "Hay padres que le pagan para eso, sin pensar que el
sueño es imprescindible para los niños de esa edad. A la maestra tampoco
le importa, porque se está ganado su dinerito".

Yeny asegura que en la escuela de su hija hay grupos que se pasan todo
el día viendo televisión. "Como no hay maestros, les ponen el televisor
para que están tranquilos. Yo he llegado algunas veces y se escucha a
los muchachos cantando reguetón en las aulas en horario de clases".

Anabel no entiende cómo los directores de los centros de estudio pueden
permitir que los estudiantes se dediquen a ver televisión para adultos o
bailar reguetón bajo la supervisión de auxiliares pedagógicas. "En mi
escuela también pasa, y yo estoy aburrida de decir que hay un montón de
actividades pedagógicas que puede hacer una auxiliar para que los niños
aprendan nuevos contenidos aunque no tengan maestra", dice. Según ella,
no se realizan estas actividades porque "las auxiliares no tienen
preparación real para educar, son improvisadas".

Aunque algunas madres aseguran haberse quejado en el Ministerio de
Educación por la baja calidad de las clases que reciben sus hijos o la
mala preparación de los educadores, nada parece estar cambiando en las
escuelas. "No pueden botar a los pocos maestros que tienen", explica
Yeny. "Ni exigirles demasiado, porque el salario que les pagan no
alcanza para que se quieran quedar en las aulas".

"Es un círculo vicioso", opina Anabel. "A mí ya me agota pensar en lo de
los salarios y la preparación. Lo único que me preocupa son los niños,
que se quedan solo con dos opciones: o aprenden con profesores
particulares y terminan 'quemados' por los horarios violentados, o
terminan con sus títulos pero sin conocimientos reales que les permitan
ser personas productivas en el futuro".

Source: Maestros particulares, una solución parcial para las carencias
de la enseñanza | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1460055403_21516.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario