lunes, 18 de abril de 2016

Semana de receso, semana infeliz

Semana de receso, semana infeliz
Con pocas alternativas, los padres se debaten entre si sus hijos se
divierten o comen
domingo, abril 17, 2016 | Frank Correa

LA HABANA, Cuba.- Los alumnos de las escuelas primarias y secundarias
esperaron la llegada de la semana de receso escolar, del 11 al 17 de
marzo, con sueños de regalos y viajes, pero a muchos no se les
cumplieron las expectativas debido a las pocas opciones de recreo
existentes y lo caro de los juguetes y los servicios.

Danay Vega llevó a su pequeña Vanesa a 'La isla del Coco' el sábado por
la mañana y juró que no regresaba más.

"A pesar que el parque hace poco estuvo en reparación, había cuatro
aparatos rotos", expresa Danay. "En la entrada decenas de
cuentapropistas nos esperaban con juguetes caros. Para un padre es
imposible negarle un juguete a un hijo, y menos en semana de receso. Los
que no pudieron comprarlos, como yo, perdimos la posibilidad de un día
feliz en la misma la entrada".

Carmen Guilarte, madre divorciada que trabaja en un laboratorio de
productos farmacéuticos, escogió llevar a sus tres hijos al 'Parque
inflable', situado en La Habana Vieja. Para ella cada peso cuenta, por
eso calcula el dinero gastado.

"Los ómnibus estaban imposibles, tuvimos que ir y regresar en máquina
(automóvil). Vivimos en Santa Fe; y hasta el paradero de Playa, por cada
uno de nosotros son 10 pesos y luego 20 hasta La Habana Vieja. El total
por los cuatros en transporte fue de 240 pesos. Cuando llegamos al
parque inflable, hicimos una cola que era un infierno. Durante la
espera, las vendedoras de juguetes nos asediaron. ¡Tuve que comprar dos
sirenitas y un spiderman! A 5 CUC cada uno. Ahí se me fueron 15 cuc".

"Luego de dos horas en la cola pudimos entrar", cuenta Guilarte,
"entonces tuvimos que hacer otra cola, esta vez para comprar la bolsa de
confituras que venden por niño, a 25 pesos, 75 por los tres. Y después
otra cola para montar el aparato. Diez minutos, y para afuera. Ése fue
el paseo al parque inflable".

En cambio María Elena Barzaga, vendedora ambulante de cloro y
aromatizantes, se ríe al reconocer que tuvo que ponerle sentido práctico
a esta semana de receso escolar.

"Tengo dos varones, de siete y diez años. Para buscarme cuatro pesos
tengo que caminar decenas de kilómetros bajo el sol, pregonando el
producto, cuidándome de la policía y el decomiso. No puedo botar el poco
dinero que lucho en el Acuario, y mucho menos en el parque Lenin. Les
dije: ¡Para el río! Allí no hay que pagar nada. Le cogieron el gusto al
río, saben que es lo que le toca. Dicen que han pasado una semana
divertidísima".

En el zoológico de 26, otra de las opciones recreativas que existen en
La Habana, conversamos con el sub administrador Eugenio La O y cuenta
que para esta semana de receso el gobierno reforzó la variedad de
surtidos, pero sigue siendo insuficiente por la cantidad de público que
lo visita.

"Tampoco se ha podido restablecer el trencito, tan querido por los
niños. Y lo que es peor, las líneas férreas continúan deteriorándose. Si
no se toman medidas urgentes la perderemos. Los cumpleaños particulares
es un servicio que ofertamos en cuatro salones y le dan vida al
zoológico, pero a la vez nos da un feo contraste. La calidad de los
regalos, la juguetería y las golosinas, son muy superiores a las que
brindamos en la instalación".

El Jalisco Park, en el Vedado, vendió sorbetos y caramelos por la
mañana, luego todo lo que se consumía era de particulares. Que además de
los juguetes caros, brindaban alquiler de carritos, a un CUC la vuelta,
de unos pocos metros.

Para los padres que eligieron el acuario, como Mario Quesada y su esposa
Jenifer, con sus pequeños Gabriel y Carlos, este viaje fue idéntico a la
vez anterior porque en la instalación se mantienen las mismas ofertas.

"Después de dar la rápida vuelta por el circuito de peceras, ya no hay
nada más que ver. Solo la gente deambulando a la espera del espectáculo
de los delfines. Estaban vendiendo en moneda nacional pan con pasta y
palomitas de maíz. Había un kiosquito con mucha gente esperando que
sacaran cajitas con comida. Cuando las trajeron se acabaron enseguida y
muchos no alcanzamos. En la puerta habíamos comprado cuatro tickets para
galleticas de soda, que no vimos por ninguna parte. Igualito que el año
pasado".

Sitios con mejores opciones recreativas, como el Zoológico Nacional, el
Jardín Botánico, Expocuba o el Parque Lenin, se encuentran fuera de la
ciudad y exigen mayor cantidad de recursos a los padres, imposibilitados
en su mayoría de complacer a sus pequeños en la semana de receso
escolar, debido a sus bajos salarios y la carestía de la vida, que la
convierten en una semana infeliz.

Source: Semana de receso, semana infeliz | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/semana-de-receso-semana-infeliz/

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